¿Cuando se acaba la esperanza?

Cuando usted lo decida. Así de sencillo.

Nosotros tenemos el poder de decidir nuestro futuro, una vez nos hacemos responsables de nuestro presente y de las acciones que tomamos. Usted decide cuando renunciar a un ideal, a un sueño, a una pasión.

¿Cuando debería renunciar? Eso depende de su resiliencia (no le de pena buscar la palabra en google). ¿Qué tanto lo quiere? ¿Hasta donde debería luchar? En gran medida depende de los motivantes que lo llevan a buscarlo. Si el motivo es exterior (plata, reconocimiento, poder) la motivación a aguantarse lo duro puede desfallecer (“la plata la puedo hacer por otros medios”). Sin embargo, si la motivación es intrínseca, es decir, que le nace, puede que aguante mucho más.

De la misma forma, como la esperanza es un hilo dorado que viene de adentro y solo nosotros lo vemos, esta dura más cuando la motivación es intrínseca. Cuando es nuestro interior el que lo pide, la esperanza no se deja apagar fácil.

El tema no es si la esperanza se acaba o no. La pregunta es ¿a que le esta invirtiendo su esperanza? Ahí le puedo contestar si le dura o no.

Si renuncia fácil, puede ser que el corazón esta en otro lado…

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